Por Sergio Zúñiga
Los hospitales tendrán que adecuarse a las necesidades de reducción de las áreas de hospitalización, pero serán compensadas por las nuevas áreas de servicio asistencial, como la prevención, la atención domiciliaria, la medicina ambulatoria y la cirugía sin ingreso.
Uno de los sectores que más cambios se espera para el futuro es el de la salud, y sin duda sus espacios, forma de atención y tecnología que abordará son temáticas que generan incertidumbres y expectativas.
Pero, más allá de lo que pueda inspirarnos o sugerirnos el futuro, lo que resulta un hecho indiscutible es que la tecnología avanza cada día y a un ritmo increíble. Y cuando se trata de la medicina y los avances que proporciona a la evolución humana hay mucha tela de dónde cortar, ya que la ciencia tendrá una gran relevancia para la supervivencia de nuestra especie en este planeta.
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Principales obstáculos de los hospitales del futuro
Jaume Ribera, profesor del IESE y director del Centro para la Investigación en la Gestión y la Innovación en el Sector Sanitario, nos menciona que los hospitales van a ser más pequeños, innovadores, eficientes, complejos, integrados y, por supuesto, dirigidos por médicos.
Según las encuestas y entrevistas que realizó Ribera, hay una serie de factores que aún obstaculizan la eficacia en la atención médica, tales como la reducción al gasto en atención, el aumento a las cargas de trabajo y el estancamiento de los salarios a los trabajadores. Esto, en resumen, dificultará garantizarnos una atención digna en los hospitales.
Sin embargo, para 2030 se prevé que los hospitales ya habrán cambiado y que pondrán al paciente en el centro del sistema. Ayudarán a tener más responsabilidad de la salud a través de la prevención, y los centros de atención médica se encargarán de proveer servicios de alto valor y complejidad, de gran eficiencia pero sin mucha actividad, aunque con nuevos servicios de asistencia.
¿Cómo será esto posible?
La inteligencia artificial, la robótica, la telemedicina y las nuevas tecnologías de interacción serán fundamentales en hospitales o clínicas, en quirófanos y consultorios. Por ejemplo, la atención será descentralizada, las consultas a distancia, y las visitas a los nosocomios solo se harán cuando sean de extrema urgencia o muy graves.
Recordemos un poco la historia: desde que los edificios hospitalarios surgieron en el año 529 en Occidente, poco a poco la infraestructura se ha ido transformando y, con el paso del tiempo, por ejemplo, a finales del siglo XIX, la construcción de hospitales se enfocó en la optimización del funcionamiento.
Sin embargo, el siglo XXI en el que vivimos nos plantea nuevos retos, nuevos modelos de organización, de gestión, de atención, de necesidades ante una cada vez más demandante sociedad. Para esto, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC’s) de uso médico, también conocidas como la eSalud (eHealth, en inglés), se emplearán para enfrentar estos nuevos desafíos.
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La eSalud cubrirá áreas de prevención, diagnóstico, tratamiento y seguimiento, con la finalidad de gestionar y disminuir los costos del sistema, para que, en conjunto, mejore la eficacia de la atención médica.
El Internet de las cosas o los dispositivos weareables o portables, las aplicaciones para monitorear a los pacientes, la Big Data (almacenamiento y gestión masivos de información), la robótica, entre otras herramientas, también serán la base para los hospitales del futuro.
La nueva tecnología hospitalaria
Los robots cumplirán tareas rutinarias que actualmente realizan algunos enfermeros, quienes asumirán tareas asignadas a los médicos, y estos a su vez podrán dedicarse a realizar otras tareas que darán mayor valor al proceso de atención.
La telemedicina será de ayuda para cuando no tengamos que trasladarnos hasta el centro de salud. Con esta idea se pretende que un equipo médico pueda dar seguimiento a nuestras enfermedades y abarcar áreas de difícil acceso a médicos especialistas.
Los dispositivos portables como los heareables (asistentes de salud en el oído) permitirán monitorear con sensores nuestras constantes vitales que se conectarán a Internet o a algún algoritmo de inteligencia artificial.
La optoelectrónica tendrá aplicaciones en los quirófanos. Gracias a los avances en esta materia será posible garantizar el grado de asepsia requerido en estas salas. Con la tecnología TedCas el equipo médico accederá a información digital sin tocar una pantalla táctil, sino a través de una forma intuitiva.
Las camillas inteligentes, capaces de detectar la presión arterial, temperatura, ritmo cardíaco, enviarán tu información como paciente al médico en turno, independientemente de dónde se encuentre este.
En general, los hospitales del futuro tendrán nuevas tecnologías que responderán también a una sociedad nueva y cambiante a la que, seguramente, como muchos más, pertenecemos tú y yo. Tendremos mayor esperanza de vida y descenso de natalidad, aunque posiblemente también presentemos otras patologías de igual o mayor complejidad que las actuales.
Los hospitales tendrán que adecuarse a las necesidades de reducción de las áreas de hospitalización, pero serán compensadas por las nuevas áreas de servicio asistencial, como la prevención, la atención domiciliaria, la medicina ambulatoria y la cirugía sin ingreso. Aunque, naturalmente, estos espacios destinarán más recursos para atendernos en caso de requerir medicina hospitalaria o algún tipo de atención crítica urgente.
Costa Rica y Panamá son dos de los países de la región que están poniendo sus ojos en el futuro de la salud desde la infraestructura y la tecnología. Precisamente estos los principales temas del evento Salud 4.0, organizado por las comunidades de Construir y IT Now de Grupo Cerca. Este evento se llevará a cabo en en Costa Rica el 28 de marzo y en Panamá el próximo 2 de abril; más información en este enlace.
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