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Editorial Construir

El futuro de los centros comerciales: un reto para la arquitectura

Por: Arq. Marcos Liberman, Director General Liberman Arquitectos

Recientemente Amazon lanzó un vídeo en el que mostraba un teledirigible que sobrevolaba una ciudad, mientras que de sus entrañas despegaban cientos de pequeños drones cuyo objetivo sería el de entregar pedidos a sus destinatarios en aposentos diseñados para este fin. Vale agregar que en algunos lugares ya se están acondicionando las azoteas de los edificios para ello.

Predecir el futuro no es el fin de este artículo ni la especialidad del que la escribe; tampoco hacer un análisis de la situación del comercio mundial. Lo descrito hasta este momento lo que busca es contextualizar, más allá de nuestra realidad en Costa Rica, lo que está sucediendo en los lugares más desarrollados del mundo en los que IR a comprar ya no es una necesidad, es una ELECCIÓN. Cualquier persona con un dispositivo conectado a internet y con una tarjeta de crédito puede suplir todas sus necesidades sin necesidad de desplazarse a las tiendas.

Marc Andreessen, Fundador de  Netscape, describe esto que está sucediendo como “software eats retail” que no admite traducción literal al español pero en contexto lo que indica es que la tecnología está liquidando al comercio al detalle.

Ahora bien, si la forma de comprar está cambiando, entonces los lugares en que se compra también lo deben hacer. Los paradigmas y patrones vigentes para el diseño y operación de estos lugares ya son antiguos y deben modificarse; el centro comercial como lugar solo de compras ya cumplió su ciclo.

El centro comercial debe convertirse en “USUARIO-CÉNTRICO” y proveer experiencias y valores agregados más allá de la concentración de comercios en un lugar seguro y controlado.

En la revista Forbes, en un artículo que trata el mismo tema que esta nota, se comenta como ejemplo de esto que el Circo del Sol, nativo y orgullo de Toronto, se apropió de un espacio de 2.400m2 en un mall de esa ciudad, con el objetivo de ofrecer una vivencia única al visitante a través del juego y la exploración en el que este pueda sentir la experiencia de ser un artista de circo. El espacio se llama “Creative” y ha permitido el resurgimiento de este centro comercial cuya perspectiva de éxito había decaído notablemente.

Otro ejemplo interesante, pero en este caso de un centro comercial nuevo, es Xanadú en Madrid, España. Este nuevo lugar tiene además de tiendas y restaurantes un acuario con pingüinos, tiburones, tortugas y alrededor de 100 especies más. También cuenta con pista de esquí, minigolf, boliche y canopy.

Este caso además de ser muy actual por su reciente apertura (2018) es un muy claro ejemplo de la multifuncionalidad y contenido que deben tener los centros comerciales en el futuro inmediato para seguir siendo relevantes.

Cuando en el diario El País de España se le consultó al encargado de desarrollo de la marca de acuarios Parques Reunidos el por qué instalarse dentro de un centro comercial su respuesta fue por demás aleccionadora, “Que sea en un centro comercial es estupendo, dado que nuestra intención es transmitir mensajes de conservación, colocarnos ahí es genial para poder transmitir el mensaje de la sostenibilidad”. El objetivo de Parques Reunidos, es que en el acuario “se desarrollen programas educativos, haga intercambios con las instituciones y eduque en la conservación y la sostenibilidad”.

De acuerdo a la empresa de consultoría global A.T. Kearney los formatos de los centros comerciales del futuro se dividen en cuatro:

  1. De Destino: grandes espacios alrededor de una gran atracción. En vez de una tienda  ancla, este papel lo cumple una cautivadora experiencia social. Un claro ejemplo de este formato es el caso de Xanadú, su acuario y demás atracciones de ocio y diversión.

  2. De Innovación: lugares “inteligentes” en los que la información del comportamiento del usuario permite al vendedor hacerle ofertas a su medida y gustos. En estos lugares inclusive habrían espacios de interacción “beta” de experimentación tecnológica, la que al ser manipulada por el cliente ofrecería información al fabricante para el desarrollo de nuevos productos.

  3. De Valores: espacios cuya identidad y la de sus usuarios los relacione basándose en principios e intereses compartidos. Se pueden citar entre otros, centros en que todo lo que se vende está relacionado a un equipo deportivo, productos extraídos de la naturaleza sin procesar, de tecnología etc…

  4. De Detalle: espacios en los que se ofrecerá aquello que busca un estrato demográfico en específico y lo que su estilo de vida demanda. Un centro comercial enfocado en adultos mayores en una zona que lo demande sería un ejemplo muy claro de este formato.

Pero la evolución de los centros comerciales no debe delegarse únicamente a estos, las tiendas deben tener un rol tan importante como la del centro que las alberga. Éstas deben cambiar su forma de atraer al cliente y dejar de ser bodegas de producto almacenado para convertirse en tiendas de concepto con experiencia incluida. Deben dejar de ser espacios pasivos y convertirse en lugares “para hacer”.

En un mundo en el que no es necesario ir a una tienda, éstas para subsistir deberán generar el impulso en el comprador de entrar, probar algo y finalmente adquirirlo ya que posiblemente esta compra no sea una necesidad, sino un gusto.

A las tiendas debe incluirles tecnología en su diseño, de manera que amplifique la experiencia del comprador y le cree memoria. Deben ser lugares divertidos, interactivos, estimulantes. Deben crear un sentimiento en el comprador.

Según estudios publicados, entre un  54 a 71% de los compradores les siguen gustando las tiendas físicas, porcentaje que varía según el estrato social, por lo que con la evolución adecuada de los centros comerciales y las tiendas, estas podrían tener aún un futuro promisorio y no están destinadas a morir como lo afirman algunos. Y aunque en nuestro país no lo not amos, en los de vanguardia sí está sucediendo este cambio.

En la actualidad en Liberman Arquitectos nos encontramos colaborando con Portafolio Inmobiliario en renovar y relanzar lo que fue el Mall Real Cariari en C3 (Cariari Corporate Center).

En este proyecto se está reconvirtiendo el antiguo y fallido centro comercial en un centro de negocios con servicios complementarios para aquellos que laboren ahí o en sus inmediaciones.

Hasta el momento el proyecto va siendo un éxito con cerca de 17.000 m2 alquilados antes de iniciar construcción para oficinas de empresas de primer orden mundial que vieron el enorme potencial que tiene este proyecto y que llevarán diariamente alrededor de 2.600 personas a trabajar al sitio.

Además de las oficinas habrá espacios de atención de la salud, expendios de comida, espacios de ocio y diversión así como otros que aún se encuentran en desarrollo conceptual, logrando de esta forma darle nueva vida a un centro comercial del Siglo XX que ya había cumplido su vida útil, para que renazca y prospere por muchos años más ajustado a los tiempos actuales.

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