Operarios Certificados de Piscina exponen que debemos de conocer el volumen de la piscina, esto nos llevara a la correcta dosificación de cloro y otros productos químicos clarificadores y ajustadores de Ph, balance químico y la selección de equipos como filtro, bomba y calentador.
De acuerdo con Corporación Font, el volumen se calcula a partir del área superficial por la profundidad promedio. El mantenimiento global de una piscina se divide en 2 partes:
1-Mantenimiento Físico: esto implica un cepillado, aspirado, dimensión correcta de la bomba y del filtro en relación al volumen de la piscina; este mantenimiento físico representa el 50% del tratamiento, se complementa del mantenimiento químico que representa el otro 50% del tratamiento de la piscina.
2-Mantenimiento Químico: Dicho tratamiento implica 2 cosas: mantener niveles de desinfección adecuada esto requiere tener un residual de cloro libre entre 1 a 3 ppm como mantenimiento de rutina, en caso de presencia de algas, materia orgánica o metales; mantener el nivel de cloro libre se lleva hasta 10ppm y en caso de accidentes por los usuarios (vomito, etc.), el nivel de cloro debe incrementarse hasta 20 ppm continuo por 12 horas 45 minutos, estas dos acciones mencionadas representan acciones de corrección en el agua.
Y mantener nivel de trasparencia en el agua, esto implica mantener un correcto estado de balance químico, los parámetros que participan en el balance químico del agua son los siguientes:
Manteniendo estos parámetros garantizamos el correcto balance o equilibrio químico del agua sin embargo estos se pueden ver afectados por contaminación ambiental, por usuarios (principales contaminantes del agua) por productos de desinfección, clarificantes y alguicidas a base de metales (sulfato de aluminio y de cobre respectivamente que aumenta la demanda de cloro) y por la fuente de agua de suministro, si la fuente de agua de suministro, dependiendo su origen (pozo, ríos, lagos, mar) pueden afectar el balance debido al aporte de metales, carga orgánica y nutrientes que favorece el crecimiento de algas (fosfatos y nitratos). Es por ello importante realizar el análisis regular al agua de la piscina y si la instalación está por estrenarse es relevante conocer el análisis del agua de suministro.
Un correcto programa químico de piscinas debe garantizar por un lado mantener un nivel de cloro residual constante y uniforme y por otro lado que no afecte el balance químico del agua y así evitar problemas de incrustación (agua turbia y corrosión, daños en el recubrimiento del vaso de la piscina y mayor consumo de químico como por ejemplo el cloro).
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